El robo de cobre costó 16 millones el último año y medio
El gestor de la red ferroviaria española tiene una red de fibra óptica de 16.000 kilómetros que suele ir instalada paralela a las vías del tren. Estas fibras de vidrio son una herramienta fundamental para las comunicaciones en la red ferroviaria. Por ellas viajan multitud de señales de información que permite gestionar la circulación desde los centros de control.
Las alertas saltan inmediatamente ante cualquier fallo. Exteriormente el cable de la fibra y el del cobre tienen el mismo aspecto pero los expertos creen que no es difícil identificarlos, tanto por apariencia interna como por el peso.
Dependiendo del tramo, la fibra está enterrada o bajo canaletas de hormigón y no es fácil llegar a la fibra óptica ni romper sus filamentos. Aunque no se puede cortar con una herramienta cualquiera, los fabricantes de fibra recuerdan es un material delicado por lo que habría que revisar cómo se protege todo el recorrido.