MOTORIZADOS, EN CABALLO O EN HELICÓPTERO
"Estamos pendientes sobre todo de cualquier señal de socorro que nos pudieran hacer desde tierra", asegura Marcos Sánchez, el capitán de la unidad de la Guardia Civil.
Cualquier zona del recorrido es importante, por lo que los agentes no pueden perder detalle. Los caminantes se sienten muy seguros y se muestran felices por la seguridad existente en toda la ruta. "Esto es una maravilla de organización y de seguridad. No hay miedo ni nada, estamos encantadas", declara una peregrina.
Por el aire, a unos 150 metros de altura, el control que se tiene sobre el Camino es total, pero no solo eso. Las vistas son impresionantes y privilegiadas.
Desde el helicóptero se aprecia cada rincón del Camino y también la Catedral de Santiago de Compostela, que alberga miles de visitas al día. Y ahora, con lo próximo que se encuentra el día del Apóstol, la afluencia de personas se multiplica.
De hecho, se ha recibido al peregrino número 100.000. Se trata de Rafael Cortés, un extremeño que ha realizado el Camino con siete familiares. "No nos esperábamos nada de esto y estamos muy contentos", declara feliz el caminante.
Precisamente por la afluencia de caminantes se ha multiplicado la vigilancia. Motorizados, en caballo o en las alturas, los agentes patrullan las rutas a Compostela. Son los guardianes del Camino.