Canarias
El goteo incesante de pateras vuelve a marcar el inicio de las mareas en calma en la isla de El Hierro.
En apenas cinco días han llegado al muelle de La Restinga cerca de 1.000 inmigrantes. La última embarcación en alcanzar el sur de la isla fue este sábado 31 de agosto. A bordo, 174 personas, entre ellas 12 mujeres y 7 niños. Salieron de Mauritania y llevaban cinco días de navegación hasta que fueron rescatados por la salvamar Adhara, su tripulación localizó el cayuco y lo escoltó al puerto de La Restinga, donde fueron atendidos por Cruz Roja. En su mayoría son subsaharianos, aunque también viajaban de pakistaníes y sirios. En el muelle comienzan a amontonarse las pateras: nos acercamos a una de ellas, la última en la que han viajado los 174 migrantes. Una embarcación de enormes dimensiones, en la que aún se aprecian los restos de la dura travesía. Ya la tienen fuera del agua, lista para desmontarla.
Esta semana han alcanzado las costas canarias 2049 migrantes. El viernes por la noche llegaban a La Gomera 111 inmigrantes y el sábado de madrugada, otra embarcación con 75 ocupantes alcanzaba el muelle de Arguineguín en Gran Canaria.
En El Hierro la situación comienza complicarse una vez más, porque la llegada incesante es estos últimos días está dejando los centros de atención al límite de su capacidad. Francis Mendoza es coordinador de Protección Civil 'Corazones Naranjas' y nos cuenta que vuelven a tener problemas para atender a los migrantes en el CATE (Centro de Atención Temporal de Emigrantes) de San Andrés, con capacidad para 800 personas. "Ahora mismo hay unos 700. Hemos habilitado un polideportivo anexo por si fuera necesario", añade Mendoza. "Antes llegaban cayucos con 50, 70 personas. Y ahora están llegando con más de un centenar", explica.
El coordinador de Protección Civil asegura que el año pasado sucedió algo parecido. A partir del mes de septiembre, la llegada de cayucos comenzó a intensificarse, debido al buen estado de la mar.
Justo esta semana se han cumplido treinta años de la llegada de la primera patera a Canarias. Una de las rutas migratorias más mortíferas del planeta.
Fue el 28 de agosto de 1994. Aquel día, dos jóvenes saharauis consiguieron llegar por primera vez en una embarcación hasta Fuerteventura. Ellos iniciaron una ruta que ya han atravesado miles de personas procedentes de diversos países de África; hace unos años era común que las llegadas procedieran de Marruecos pero en la actualidad, la mayor parte llega desde Mali y Senegal. Así nos lo explica Juan Carlos Lorenzo, coordinador territorial de CEAR en Canarias: "Mali está en un conflicto terrible que hace que la gente marche. También las realidades de Senegal en el que hubo cierta convulsión social y política, que ahora se ha atemperado por el cambio de dirigentes políticos pero eso, que la situaciones de desesperación, de falta de horizonte vital y de empobrecimiento no cambian de la noche a la mañana. Eso hace que la gente se desplace de manera forzada y que las nacionalidades vayan cambiando".
También, el perfil del migrante ha cambiado con el paso del tiempo, y es que hace alrededor de unos cuatro años era inusual ver a menores en esos cayucos. Ahora, sin embargo, llegan casi a diario y muchos de ellos lo hacen sin ningún familiar, por lo que son acogidos por el Gobierno de Canarias, institución que tiene, en la actualidad, la tutela de alrededor de 2500 menores no acompañados. Según datos de Save The Children, en los primeros cuatro meses de este año llegaron 20.000 personas migrantes a España, una cifra que si se compara con el mismo periodo con el año anterior, ha aumentado un 190%.
El colectivo Caminando Fronteras cifró en 4.808 el número de inmigrantes que perdieron la vida de enero a mayo intentando llegar a España en pateras o cayucos por la Ruta Canaria, lo que equivale a casi 32 muertes al día o una cada 45 minutos. Un dato que se acerca, en tan solo cinco meses, al del año pasado, en el que, según Naciones Unidas se registraron 6.007 muertos.
Y, entre todos esos menores, el 80% ha usado la ruta canaria para buscar una vida mejor. Y es ante la saturación que sufre Canarias que el presidente canario, Fernando Clavijo, ha insistido en la necesidad de conseguir los apoyos necesarios para la modificación de la Ley de Extranjería que permita el reparto de menores por el resto de España. También, Clavijo ha asegurado que las islas se sienten abandonadas y sin respaldo por parte del Gobierno Central. Ante estas palabras, el ministro Ángel Víctor Torres ha recordado que es la Constitución la que dicta que son las comunidades autónomas las que tienen que dar el visto bueno a la acogida y votar a favor en el Congreso.
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