Buena noticia
La misión durará dos semanas y contará con tres días de entrenamiento previo. No viajará directamente al espacio pero si soportara las mismas condiciones.
Mariló Torres pone rumbo este sábado a la misión que es la de vivir, experimentar o hasta sufrir las condiciones que sufren los viajeros del espacio. Se va a simular la estancia de una tripulación durante su viaje a la Luna y su regreso a la Tierra, en un escenario similar al de un módulo espacial, totalmente aislado del mundo exterior.
De esta forma les facilita el camino hacia un entorno hostil, donde cualquier pequeño problema que surja puede llegar a desembocar en una tragedia. Por eso su trabajo tiene un papel fundamental. En esta ocasión se trasladará a Polonia, a las instalaciones de la Estación de Investigación LunAres, enterrada en búnker nuclear en el aeropuerto Piła, otrora utilizado por los militares soviéticos. Allí participará en la Misión Científica M6, ente los días 18 y 31 de julio.
No es la primera vez que Mariló parte a una misión, si no que es la cuarta por lo que ya sabe de que va esto.
En febrero formó parte de una misión que simulaba una estadía en la luna y lo hacía de vicecomandante. Estuvo en el volcán más grande del mundo, Mauna Loa (Big Island), a casi 2.500 metros de altitud.
En esta ocasión volverá a nuestro satélite.
Esta misión tiene como finalidad, analizar el ruido y la acústica de los habitáculos especiales, para ver así, su impacto en el rendimiento, la concentración y la productividad del personal de vuelo con cabinas de modelo abierto.
Si los niveles acústicos son altos, la salud de los astronautas se puede resentir con estrés, ansiedad, falta de sueño, entre otras dificultades.
“Esto es lo que más me apasiona, me llena de felicidad el saber que el trabajo que hacemos sirve para avanzar en la ciencia y llegar más lejos, sin astronautas análogos, no se volverá a la luna o nadie viajará a Marte”, afirmaba orgullosa.
Todo está bajo control, aunque 'Butch' y 'Suni', los dos astronautas atrapados en el espacio, tendrán que pasar mucho más tiempo del que pensaban en el espacio. Los dos tripulantes de la primera misión de Boeing a la Estación Espacial Internacional (EEI), tenían que haber vuelto el pasado 13 de junio, pero problemas técnicos han retrasado su regreso y los mantiene "atrapados" lejos de la tierra.
Problemas relacionados, han explicado, con el sistema de propulsión de la Starliner y con varias fugas de helio que se produjeron durante el proceso de acoplamiento a la ISS. Problemas que, aseguran, podrán solucionar como han contado ellos mismo durante una teleconferencia. Los astronautas confían plenamente en que podrán regresar a la Tierra a bordo de la misma nave que les ha llevado hasta allí.