Residencias de ancianos
Mariano Turégano, un hombre de 82 años acude al Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes para criticar la situación de la residencia donde vive. Asegura que las altas temperaturas dentro de las habitaciones han provocado la deshidratación de algunos usuarios que han tenido que ser hospitalizados y que la comida es "deleznable".
Mariano Turégano, un octogenario, ha acudido al Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes municipio de Madrid por la situación que están viviendo en la residencia de Moscatelares en dicha localidad.
Los residentes, los familiares y los trabajadores quieren denunciar las nefastas condiciones que tienen los usuarios. "Hoy hemos querido intervenir en este órgano de representación para compartir nuestro día a día...", comenzaba Turégano. Se trata de una residencia pública, pero gestionada por una empresa privada.
Ha comenzado su intervención criticando la lamentable situación en la que se encuentra el jardín "que diseñaron para hacer un poco más amable la estancia de todos los que vivimos allí. Hoy no es más que un secarral".
También se ha referido a la mala situación que hay en el interior de la residencia, donde asegura que han pasado el verano a 40ºC. A la falta de seguridad o de trabajadores. "Somos ciudadanos de San Sebastián de los Reyes, ustedes también gobiernan para nosotros", detalla.
Comida "deleznable"
Un punto en contra: la comida. Este hombre la califica de "deleznable". "La comida es tan deleznable que estamos horas y horas sin comer nada", se queja Turégano.
Las habitaciones a 40ºC en verano
El usuario de la residencia situada en un municipio de Madrid, explica que dentro de las habitaciones han estado a 40º centígrados. "Algunos de nuestros compañeros han sido hospitalizados este verano por altos niveles de deshidratación que agravan o desencadenaban otras patologías", asegura.
Añade que hace unas semanas se comprometieron a iniciar unas obras "para la correcta climatización del centro".
Mayores perdidos por el municipio
La falta de seguridad es otro factor que critica. "Tampoco el centro tiene las adecuadas medidas de seguridad y los compañeros que no pueden, por problemas de salud, abandonar solos el centro salen libremente y es la Policía quién, después de horas, los encuentra perdidos por algún supermercado y los identifican devolviéndolos al centro", apunta Mariano Turégano, de 82 años.