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Con solo 21 años, su labor divulgativa en redes sociales devolviendo al océano especies en veda, con huevas o que no dan la talla mínima le ha valido el Premio Nacional de Gastronomía Talento Joven.
María Maceiras sale cada mañana a bordo del 'Para los tres' a faenar por las aguas de la ría de Muros y Noia. Es la historia de cientos de pescadores gallegos, pero en el caso de esta joven de solo 21 años esconde una misión especial. María aprovecha su jornada de trabajo para divulgar el respeto al medio marino y la pesca sostenible a través de TikTok(@mariabadernado), donde algunos de sus vídeos superan las cien mil visualizaciones.
Sus padres, marineros desde que ella tiene memoria, le inculcaron la pasión por el océano y sus especies desde muy niña. Sin embargo, María no siempre tuvo claro su camino. "Yo estudiaba Atención a personas en situación de dependencia, pero empecé a ir con mi pareja al mar y entre todos me animaron a sacar los cursos", recuerda agradecida a sus mentores.
Cada día se sorprendía y veía cosas diferentes, así que empezó a documentarlo en vídeo. "Salía tirando un pulpo o una centolla al mar por no cumplir las condiciones de talla o estar con huevas", explica. Al principio eran vídeos privados, para sus amigos, pero lo que comenzó como una anécdota se convirtió en tradición. "Cuando no enviaba nada, ellos mismos me los reclamaban", apunta.
Pronto dio el salto a TikTok, animada por su novio. "Fue él quien subió el primer vídeo", recuerda María. El éxito no se hizo esperar: en menos de 24 horas tenía casi 80.000 reproducciones. "Vi que había una necesidad de informar a la gente", reconoce la pescadora, porque "hay gente joven que no sabe, por ejemplo, que el marisco y el pescado tienen una talla mínima o unas épocas de veda".
La joven muradana encontró en Rogelio Santos Queiruga, influencer gallego que también promueve el respeto al medio marino, un gran apoyo. "Le pasé un vídeo, le gustó y lo publicó el 8M por el Día de la Mujer", recuerda María. Tanta gente compartió ese vídeo que acabó llegando a Javier Olleros, el chef de Culler de Pau, único restaurante con dos estrellas Michelin de Galicia. Fue él quien la nominó para la lista de los 100 talentos jóvenes de la fundación Basque Culinary Center.
Premio Nacional de Gastronomía
El mayor reconocimiento hasta la fecha sorprendió a María el pasado mes de noviembre. Cenaba tranquilamente con sus padres tras una día de faena cuando la llamaron para comunicarle que la Real Academia de la Gastronomía, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, le otorgaba el Premio Nacional de Gastronomía Talento Joven.
El galardón, de nueva creación y destinado a menores de 30 años vinculados con cualquier etapa de la cadena alimentaria, reconocía su "gran labor divulgativa que promueve el respeto al mar, concienciando de la importancia de la pesca sostenible", según el jurado presidido por el chef Dabiz Muñoz, e integrado por la presidenta de la RAG, Lourdes Plana; el director general de la Industria Alimentaria, José Miguel Herrero; el director del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega; y los académicos Borja Beneyto, José Carlos Capel, Julia Pérez y Rosa Vañó.
"Cuando me llamaron pensaba que era una broma, me lo tuvieron que repetir tres veces", recuerda entre risas la protagonista, segura de que ha encontrado una doble vocación que promete acompañarla para siempre. "Voy a seguir con mis vídeos, creo que es importante que la gente vea el trabajo de los marineros y que, de paso, se conciencien de seguir cuidando el mar y promover la pesca sostenible", remarca.
La importancia de las nuevas generaciones
Con la vista en el futuro, María apuesta por la conciencia que acompaña a las nuevas generaciones, aunque lamenta que la juventud no apueste por un trabajo tan duro, pero a la vez tan gratificante, como es salir al mar. "No somos muchos jóvenes, pero los que estamos sí que estamos muy concienciados", reconoce orgullosa. "No conozco a ningún compañero que no cumpla las reglas de que el marisco vetado o que no da la talla no venga para tierra", añade.
Ahora, la tiktoker más conocida de la ría de Muros y Noia solo espera "seguir trabajando como marinera" y promulgar el respeto al mar "como un hobby" pero sin descanso, pues la misión lo merece. Por eso, siempre que la llaman acude a dar charlas a colegios o recibe a los estudiantes en su segunda casa, su barco.
Su ilusión es ahorrar para comprarse su propia embarcación, pero de momento trabaja en renovar el 'Para los tres', cambiando la madera del casco por la fibra. Y desde su ruta diaria lanza un mensaje: "El trabajo de cuidar el mar no es solo de los marineros, sino de todos. Hay que respetarlo para que muchas de las familias que vivimos de esto podamos seguir haciéndolo", reclama.