EL COSTAL SE COLOCA EN LA SÉPTIMA VERTEBRA CERVICAL
La Semana Santa lleva asociada una cultura de procesiones y hermandades inherentes a su razón de ser. Y precisamente, la figura más representativa de esta fiesta nacional es la de los costaleros. Si hubiese que explicar la función de los mismos tendríamos que decir que son aquellos que portan durante muchas horas las imágenes que recorren las calles de la ciudad.
Entre estos faldones y respiraderos los costaleros comparten el fervor de una creencia en una estrecha intimidad. Meses antes de formarse la procesión se forma la cuadrilla.
El primer paso es poner las alturas de los costaleros acordes para que no haya desequilibrios. Después hay que enseñar a colocar el costal, justo sobre la séptima vértebra cervical donde descansará el peso de la fe.
Se ajustan pasos y movimientos. La imagen se puede levantar a pulso o "al cielo", dando un pequeño salto. Bajo la imagen religiosa no hay lamentos, no hay dolor.
El Colegio de Fisioterapeutas aconseja a los costaleros estirar antes de iniciar la procesión y al finalizar. Durante la marcha, recomienda llevar protectoras, mantener la espalda recta, la mirada al frente y pisar con toda la planta del pie.