POLÉMICA
Los manteros, normalmente de origen senegalés, han creado polémica en los ayuntamientos españoles donde se les permite su actividad.
Su escaparate es el suelo, normalmente de un paseo marítimo o de una transitada calle comercial. Ofrecen bolsos, gafas o relojes. Casi todo de reconocidas marcas, pero de imitación. Aprovechan el verano para sacar el máximo partido a su negocio. La clientela pica y los comerciantes tradicionales se quejan de las pérdidas que les causan.