Despoblación
Esta curiosa campaña contra la despoblación pretende llamar la atención sobre la falta de viviendas accesibles en esta zona.
Dionisio Peña mira asombrado a Antonio e Isabel. Ellos son dos maniquíes que ocupan la marquesina del autobús de Duratón, su pueblo de Segovia. Mientras los observa, los rodea, les da la mano y sonríe. Cuenta a Antena 3 Noticias que llegaron hace unos días y nadie sabía ni de dónde ni por qué. Ahora que conoce su intención, suspira: "Ojalá fueran de verdad y vinieran aquí a vivir".
"Uy, ¿te imaginas? Si fueran vecinos sería estupendo porque aquí hay muy poca gente y en este pueblo acogemos muy bien", exclama Consuelo Asenjo, otra vecina de Duratón que pasa largas temporadas en la casa familiar.
Estos dos maniquíes forman parte de la campaña organizada por la Coordinadora para el Desarrollo Integral del Nordeste de Segovia (Codinse) que pretende resolver un problema común para muchas personas que buscan iniciar su vida en el mundo rural: la búsqueda de una vivienda asequible y que se ajuste a sus necesidades.
"Es una forma de frenar la despoblación y evitar que pueblos como estos terminen quedándose vacíos"
"En primer lugar queríamos llamar la atención y lo hemos conseguido", aclara la gerente de Codinse, María del mar Martín. "Hemos ido trasladando a nuestros personajes de pueblo en pueblo con un código QR que explica su historia", añade.
Estos códigos cuentan, por ejemplo, la historia de Antonio e Isabel, una pareja que vive en la ciudad con trabajos poco estables y que busca emprender una nueva vida en un pueblo. O Miguel y Carmina, otros dos maniquíes que hacen compañía a los vecinos de Aldeanueva de Serrezuela y que quieren volver al pueblo, desde donde podrían teletrabajar mientras le dan a su hija una vida mejor.
"Aquí estamos todos alucinados con estos dos personajes que nadie sabe quién los ha puesto", sonríe Antonio sentado en uno de los bancos de la plaza mientras bromea con las dos figuras.
Entre los vecinos de este pueblo segoviano de apenas 40 habitantes la respuesta es unánime: "Queremos que venga gente a vivir, pero no hay muchas casas disponibles". La falta de viviendas es un problema, "tanto para los jóvenes que viven aquí como para los que quieren asentarse en una zona rural".
María del Mar Martín insiste en que es necesario involucrar a todas las administraciones. "También a los vecinos que suelen recelar sobre el alquiler de sus casas porque poner en el mercado estas viviendas es una forma de frenar la despoblación y evitar que pueblos como estos terminen quedándose vacíos", concluye.