Mal olor en Las Palmas por 700 toneladas de carnaza y cebo en descomposición

Han pasado más de 15 días desde que las llamas consumieron la nave frigorífica Frisu IV en el puerto de Las Palmas, Canarias. Además, también ha quedado completamente arrasada por las llamas la fábrica de hielo para capturas de pescado fresco que la empresa había puesto en marcha hace escasos meses.

Todo apunta a que el incendio podría haberse originado por un fallo en el sistema eléctrico.

El olor a pescado podrido sigue invadiendo el perímetro y afectando una de las zonas turísticas más concurridas de la capital Gran Canaria.

El parque Santa Catalina, la estación de 'guaguas' (autobuses) y el centro comercial, así como los trabajadores y vecinos cercanos, se ven perjudicados por la descomposición de las 700 toneladas de materia orgánica que se ha generado.

El Cabildo amplió el lunes la cantidad de residuos biológicos que pueden recoger sus vertederos, pasando de 1 a 15 camiones. Aun así, del puerto salen 4 o 5 diarios como mucho debido a las dificultades.

La dilación en la retirada de los residuos ha agravado la situación y, ahora, se requiere un dispositivo especializado para evaluar la peligrosidad de los patógenos presentes en el interior del edificio siniestrado.

Los hosteleros y residentes están preocupados por su bienestar y la imagen de la ciudad, mientras las autoridades trabajan para resolver esta situación. Se están implementando medidas para acelerar la limpieza y mitigar los impactos negativos que estos desechos están generado en el entorno.

Los operarios trabajan envueltos con un mono y con máscaras especiales para prevenir posibles intoxicaciones. Los bomberos, también están trabajando de forma constante, haciendo mediciones periódicas de los gases para verificar que el interior del inmueble es seguro.

Se espera que la situación se resuelva en los próximos días y los vecinos de Las Palmas recalcan la importancia de tomar medidas preventivas para evitar futuros incidentes de esta magnitud.