ENTREVISTA EN ESPEJO PÚBLICO
La niña de 12 años, con una enfermedad irreversible, para la que sus padres solicitan una muerte digna, no está conectada a aparato mecánico alguno para mantenerla con vida, en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) en el que se encuentra ingresada, según han informado fuentes del centro.
Su padre, Antonio Lago, en una entrevista en Espejo Público, ha explicado que "la situación estos últimos cuatro meses ha sido de dolor y sufrimiento", por lo que "pedimos una muerte digna y que no alarguen el sufrimiento durante meses y se le retiren las medidas artificiales de nutrición".
Lago explica que el estómago de su hija no funciona correctamente, por lo que la poca nutrición que le dan por las vías sólo hace que se mantenga con vida, pero es escasa, "pasa hambre" y le produce un gran "dolor".
"Su estómago no acepta la comida que precisa un ser humano, su única opción es una mínima cantidad de aportes nutricionales que no le aseguran la vida", añade, y sostiene que "a mi hija se le va a alargar una situación unos meses y su alimentación no es suficiente".
Lago, desde el plató de Antena 3 en Galicia señala que "mi hija estos cuatro meses ha estado sufriendo y sigue sufriendo", y dice que no son los médicos quienes tienen que dejar de dar comida a su hija para que muera, sino que "es su enfermedad quien la mata".
La madre de la menor, Estela, ha recordado que en Galicia "salió una ley este verano" y su hija "cumple los criterios para que podamos decidir su final" porque "llevamos doce años luchando".
Recuerda que "el soporte vital fuimos nosotros porque empezaba a no tragar" y "teníamos que ayudarla incluso cuando tosía", y apunta que "en estos cuatro meses fue una regresión espasmódica".
Estela, que ha intervenido por teléfono en la entrevista, dice que "entendemos que ella no puede más" porque "el aporte calórico que está teniendo es mínimo, y lo que le sumistran es para no dejarla ir, no porque no pase hambre".
Sostiene que "está en una situación terminal irreversible que no va a mejorar, su cuerpo no admite más y cada vez va a menos". Por ello, se queja de que "se ponga en criterio que unos padres quieran que su hija se vaya dignamente".
Andrea, que tiene 12 años y sufre una enfermedad degenerativa irreversible, está en el hospital de Santiago conectada a una vía, la PEC, la cual su madre ha pedido que se le retire. Sin embargo, desde el plató de Espejo Público le han dicho que sin ella, su hija moriría de hambre y sed.
Su madre insiste en que "su cuerpo ya no puede más, y por eso pedimos la retirada de la PEC, que alarga el sentimiento agónico a mi hija".
El Comité de Bioética ha pedido que se la nutra e hidrate, y el caso está judicializado porque la decisión final depende de la familia y los médicos.
"Solo quieren alargar su vida, y cuando llegue su momento, con un dolor increíble, se la sedará, y nosotros no queremos que tenga agonía", sentencia, y afirma que "no estamos pidiendo autanasia activa, pedimos que se deje ir a mi hija en paz".