OCURRIÓ EN TENERIFE
Sus hijas no tenían nada que comer y robó tres panecillos y cuatro lonchas de queso del centro muncipal en el que trabajaba. Al día siguiente fUe despedida.
La delató una compañera que informó a su superior y ella lo confesó, pero le dijeron que no se preocupara porque no iba a pasar nada.
La mujer vive como okupa con sus hijas y solo tiene los 400 euros de su sueldo como ingreso. Desde el ayuntamiento todos los grupos piden su readmisión. "Una mujer vulnerable con dos hijos no puede perder un puesto así como así", aseguran.
La empresa argumenta que no era la primera vez que ocurría y ya se lo había advertido peo ella lo niega: "Mi expediente está limpio".
Ahora serán los tribunales quienes tomen la decisión final sobre el despido.