Educación
La menor de 14 años, que padece una enfermedad mitocondrial degenerativa, ya no recibe el servicio de profesorado en casa, previsto para estos casos.
"Peleo contra un gigante", no se cansa de decir Eva Lobo, la madre de la menor que ha dejado de recibir el servicio gratuito de profesorado de la educación pública en Puerto Real (Cádiz). Durante los dos últimos cursos escolares se le ha impartido con total normalidad, hasta que en el actual lo han cancelado "sin previo aviso ni notificación", denuncia la madre.
Mientras la enfermedad iba avanzando, la niña ha podido completar de forma presencial en el colegio todo el ciclo de Primaria, pero al entrar en Secundaria (en el IES La Jarcia) su deterioro en cuanto a movilidad le ha impedido asistir al aquejarse de debilidad muscular y cansancio cronificado. Lobo recuerda que posee un informe médico de rotundo dictamen: la alumna "precisa educación domiciliaria para todo el curso escolar".
"Se le está negando un derecho que es básico y es, además, una obligación de la Administración pública"
Ese servicio se le ha prestado durante dos años. En ese periodo, la pequeña ha cosechado buenos resultados escolares: "Las notas han sido excelentes, muy a pesar de su estado", afirma la madre. Y a pesar de todo ello, este año se corta de raíz este apoyo. "Se le está negando un derecho que es básico y es, además, una obligación de la Administración pública", enfatiza.
"La niña no necesita clases extra ni de refuerzo, sino recibir la misma educación que el resto de los niños. Ella es estudiosa, ha demostrado que saca buenas notas y su deseo es el de ser farmacéutica, y no voy a permitir que se lo impida un sistema educativo que pagamos todos", recalca.
Por ahora, para que siga con sus estudios, los padres de Eva y su hermana se las apañan como pueden con el material educativo y la impartición de las materias y van recogiendo los deberes en el mismo centro. "Piensan que con la enfermedad que tiene, para qué le van a dar clases, como si fuera una pérdida de tiempo y dinero, ¡es un derecho!", exclama la madre muy alterada.
"Hablaré hasta con el Papa si hace falta"
Eva Lobo no cejará en su empeño por conseguir lo que considera justo y ha comenzado a recoger firmas. Además, se ha puesto en contacto con la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador, y con el Defensor del Menor. "Hablaré hasta con el Papa si hace falta. Por lo pronto, lo pienso hacer con el obispado de Cádiz", avisa.
Mientras tanto, la Administración, a través de la Delegación de Educación, ya ha anunciado que están trabajando para encontrar una solución. Recuerdan que han ofrecido a la familia posibilidades, al tiempo que exploran otras alternativas.