Explotación sexual
Las menores eran captadas en la puerta del colegio y provenían de familias desestructuradas y con problemas económicos. Las 'mamis' les aseguraban que podían ganar mucho dinero.
El escándalo de prostitución de menores que ocurrió en Murcia hace una década ha llegado a su "fin" en los tribunales. Esta semana, en el Palacio de Justicia de Murcia, han pasado doce de los trece condenados ante el juez para conocer su sentencia. El resultado, la Audiencia Provincial ha decidido suspender las penas de prisión para casi todos.
Los seis empresarios implicados no pisarán la cárcel. Sin embargo, el juez se ha opuesto a la suspensión de la condena de "las mamis" de las que se conocerá su sentencia en las próximos días.
Estas mujeres eran madammes, se encargaban de reclutar a las chicas y organizarlo todo. También de contactar a los taxistas que trasladaban a las víctimas a los despachos o domicilios de los empresarios. Crearon un catálogo con fotos provocativas de las menores, con nombres como "Negrita joven" o "Masajista con final feliz", para que los empresarios eligieran. Una de ellas, arrepentida, dijo ante el juez: "Quería pedir disculpas por el pasado".
La red funcionaba de la siguiente forma: Buscaban chicas de entre 14 y 17 años, casi siempre de familias desestructuradas y con problemas económicos. Les prometían dinero fácil: 70 euros por noche, de los cuales 20 iban para "la mami". Las captaban incluso en las puertas de los colegios.
"Las mamis" convencían a las chicas diciéndoles que podían "ganar mucho dinero dejándose acompañar y tocar por estos señores a quienes les gustaban las chicas jovencitas", aprovechándose de su situación económica. Algunas de ellas intentaron justificarse en el juicio. Una dijo que tiene un hijo que depende de ella y que nunca antes había tenido problemas con la ley. Otra argumentó que ahora tiene permiso de residencia y está "totalmente reinsertada".
Los empresarios implicados no irán a prisión, al menos por ahora. Algunos mostraron arrepentimiento durante el juicio. La Fiscalía no se opuso a suspender las penas menores de dos años, pero ha dicho que recurrirá las más largas. El tribunal ha aplicado la ley considerando cada delito por separado, lo que ha permitido estas suspensiones. La Fiscalía, en cambio, cree que deberían sumarse todas las penas.
Para evitar la cárcel, los condenados tendrán que cumplir ciertas condiciones: no delinquir en los próximos años, mantenerse lejos de las víctimas y asistir a un curso de reeducación sexual.
Solo falta por comparecer uno de los condenados, el que se encargaba de llevar a las menores con los clientes. Está de viaje de trabajo y se presentará la próxima semana.
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