LO QUE EL OJO NO VE

Macro time-lapse, la manera de ver lo imposible

Son imágenes imposibles de captar por el ojo humano, aunque realmente las veamos todos los días. Conseguirlas sólo es posible con la tecnología adecuada y mucha paciencia. En muchas ocasiones es necesario esperar un año y realizar miles de fotografías para conseguir resultados así de espectaculares.

Seguro que alguna vez ha visto deshacerse en el agua la pastilla de por las mañanas. ¿Y el comprimido de las vitaminas? Podría asemejarse a un organismo extraterrestre. Pero no. Estas imágenes están todos los días ante nuestro ojos, pero es imposible que podamos captarlas. Para eso nos ayuda esta técnica: el macro time-lapse.

No es sencilla: para hacer un simple clip necesitamos más de 25.000 fotografías realizadas a lo largo de todo un año. Pero, gracias a eso, podemos sumergirnos en una pompa de jabón y ver que, por dentro, son como obras de arte pictóricas en incesante movimiento. Y nos lavamos con ellas todos los días.

El macro, que agiganta los detalles, desvela los secretos de los objetos cotidianos. Y convierte en algo extraordinario el rabo de un tomate o en una moderna escultura. También la llave de abrir la puerta.

Pero no es sólo un espectáculo. Esta técnica ayuda a los científicos a descubrir los enigmas de lo diminuto. Pueden ver cómo se congelan las gotas de nuestra ventana o como se descongela la fresa de nuestro desayuno.

Es el lado oculto de nuestra rutina. La belleza de lo ínfimo.

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