Parricidio
La jueza ha ordenado que la niña asesinada por su madre sea enterrada en Zaragoza, en contra de la voluntad del padre biológico. El progenitor solicitaba hacerlo en Lloret de Mar, ciudad de la familia paterna, de no logarlo, Laia acabaría dentro de 5 años en la fosa común porque la madre no tiene dinero.
Laia, una niña de dos años, murió en enero del año pasado en el domicilio familiar de Zaragoza de forma "lenta y agónica" por un centenar de contusiones, según confirmó la autopsia.
Su madre y su padrastro fueron detenidos como presuntos autores de los golpes y el maltrato que le ocasionaron la muerte. Inicialmente declararon que se había caído por las escaleras y la metieron en la bañera para despertarla, algo que no consiguieron.
El padre, Manuel Ardilla, asegura que al separarse cada vez que sus hijos tenían que pasar el fin de semana con su madre no querían ir, llegaban desatendido, con la ropa sucia y con golpes.
Alertó a servicios sociales de Girona, le hicieron un seguimiento, le restringieron las visitas y no podía irse de Lloret. Pero en julio de 2020 Manuel dice que ella secuestró a sus hijos, se fue a vivir a Zaragoza con su nueva pareja.
Entonces él puso denuncia ante los Mossos d'Esquadra. Cuenta que un día lo llamaron diciendo que su pequeña de dos años había fallecido. La ex mujer esta en prisión provisional en Zaragoza a la espera de juicio acusada de acabar con la vida de Laia.
La polémica se da por que hace 1 año y 3 meses que su hija está en una cámara frigorífica en Zaragoza. La madre dijo que se enterrara allí, pero no tiene dinero para pagar la sepultura y además ha pedido traslado a la cárcel de Mallorca- con lo cual el padre lleva exigiendo que dejen enterrar a su hija en Lloret , de donde es y donde siempre ha vivido. Ahora una nueva magistrada dice que se entierre en Zaragoza.
El padre está destrozado y denuncia que no entiende cómo se va a enterrar a su hija allí sola, alegando que tiene que cerrar una etapa y poder llevarle flores. Insiste en que es surrealista, una aberración y va a llegar a Estrasburgo si hace falta.
La madre que está en prisión por presunto asesinato no puede decidir que su hija sea enterrada en Zaragoza.