EN EL NORTE DE TENERIFE
A mitad de recorrido de la Virgen empieza el rifirrafe. Decenas de vecinos quieren el beneplácito del parroco para coger el trono de la imagen de la Virgen de las Nieves. El sacerdote se niega y empieza a grabar con su móvil los hechos para -asegura- poder denunciarlos. La tensión crece por momentos.
Finalmente los vecinos bailan a la Virgen al son del pasodoble Islas Canarias. Esta mañana en el barrio de la Zamora en Los realejos entre unos y otros el tema de conversación es el mismo.
Ante la previsión de los sucedido, días antes el párroco escribió al Obispado de Tenerife pidiendo criterio. En su respuesta el Obispado califica estos hechos de impropios e irreverentes. Señalan además que el pasodoble es un baile digno de una verbena "y que estos actos son un atentado contra la libertad religiosa y por lo tanto denunciables".
Un comunicado que luce esta mañana en la puerta de una Iglesia cerrada. El párroco no ha querido dar más explicaciones. Anoche se retiraba así de la procesión, desairado y con unos aplausos cargados de ironía.