Huesca
La pequeña población de Lecina deja claro su mensaje. "Vota, vota y vota", repiten entre los vecinos. El objetivo de los 13 habitantes del pequeño pueblo de Huesca es que su encina milenaria salga elegida como 'Árbol Europeo del Año' y, para ello, piden la ayuda de todos.
"Si votas por la encina de Lecina te cambiará la vida. Yo voté y me quedé embarazada", cuenta una de las residentes del pueblo oscense. El árbol tiene más de 1.000 años de vida y sus vecinos se sienten muy orgullosos de ello. Es por eso que quieren convertirla en el 'Árbol Europeo del Año'.
Para conseguirlo, han diseñado una campaña lanzada en redes sociales que, por el momento, les sitúa como vencedores.
"Vota la Encina de Lecina"
La encina milenaria, bautizada como la 'Carrasca de Lecina', lidera con casi 50.000 votos el concurso europeo, después de proclamarse como vencedora en este certamen a nivel nacional.
Tiene 16,5 metros de altura y un diámetro de copa de 28 metros, además de haber servido como escenario para bodas u otras celebraciones a lo largo de sus muchos años. Sin embargo, es la primera vez que aumenta tanto su popularidad.
Para promocionarse como finalista del concurso, sus poco más de 10 vecinos han diseñado una página web en la que venden todos los datos del árbol milenario, con el fin de que sea galardonada como 'Árbol Europeo del Año'.
El popular tronco producía en los inviernos más duros hasta 600 kilos de bellota, lo que le valió el nombre de 'La Castañera'. Ahora, sus habitantes tienen hasta el 28 de febrero para conseguir el galardón de su tesoro natural en un concurso en el que compite con otros 13 árboles.
Por el momento, sus dos rivales principales son los de Rusia e Italia, aunque la votación será secreta durante la última semana –del 22 al 28 de este mes- para darle más emoción al premio.
En segundo lugar se encuentra el Plátano de Curinga, ubicado en el territorio italiano de Calabria, que puede presumir de ser el más grande de su familia en el país y cuyo tronco está completamente hueco.
Le sigue muy de cerca un árbol sicomoro antiguo que crece en la república rusa de Daguestán. Entre sus particularidades, destaca por servir de adorno en la parte central de una mezquita, además de ser objeto de inspiración de poemas y leyendas en sus 3 siglos de vida.
La leyenda de la encina de Lecina
Al árbol oscense le sigue una leyenda desde hace muchos años. Sus vecinos cuentan que, hace mucho tiempo, Lecina estaba rodeada de encinas y robles donde se ocultaban lobos, osos y brujas que mantenía alejados a los humanos.
Por ello, todas las carrascas estaban felices de ser protegidas, ya que evitaba que se talaran sus troncos para hacer leña. Sin embargo, solo una joven encina, nuestra protagonista, estaba descontenta por la mala fama.
Una vez las brujas abandonaron el bosque, las encinas concedieron, en muestra de agradecimiento al resto de árboles, unos deseos que acabaron siendo su perdición. Solo la pequeña carrasca, la única que no quiso transformarse, logró sobrevivir. Desde entonces y hasta ahora, no ha dejado de crecer.