GRAN DAÑO ECONÓMICO

Los turistas furtivos suponen un problema para las marisqueras gallegas, que pueden perder hasta 1.000 euros al día

Parece un gesto inocente, pero coger marisco de las playas sin licencia puede hacer perder a las marisqueras hasta 1.000 euros diarios, frustrando así el trabajo de todo un año que cuesta alrededor de los 240.000 euros. Por ello en Galicia ahora vigilan las playas para impedir esta práctica tan común y que puede acarrear multas de entre 150 y 300.000 euros.

Pasean por las playas haciéndose los distraídos mientras buscan qué coger de la arena. Son los turistas furtivos, que en Galicia ocupan zonas de marisqueo y aunque la práctica puede parecer inocente, hacen un daño económico que se ha cuantificado en varios miles de euros.

Este problema ha llevado a las mariscadoras a vigilar las playas para evitar que los turistas se lleven lo que ellos han sembrado y cuidado durante todo el año, pues aunque la práctica puede parecer inocente, para llevar a cabo este trabajo se necesita una inversión de 200.040 euros anuales y sin embargo, por culpa de los furtivos pueden perder hasta 1.000 euros al día.

Es fácil coger el marisco porque está en la superficie, muy cerca de la arena, pero hacerlo de manera ilegal puede suponer una multa de entre 150 y 300.000 euros.

Además puede ser un problema de salud pública si el marisco se recoge de zonas que están cerradas por toxina, aunque en apenas una hora, estos furtivos pueden coger más de un kilo de marisco, algo que en el mercado tiene un precio muy valioso.

Aseguran no estar en contra del turismo, pero piden respeto a un trabajo que realizan durante todo el año con gran esfuerzo y dedicación.

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