Coronavirus
Comienza el buen tiempo y las playas comienzan a estar listas para recibir a los primeros turistas y también van a aparecer los primeros incidentes. El coronavirus ha obligado a cambiar los protocolos de Salvamento Marítimo: a partir de ahora ya no se podrá hacer el boca a boca para salvar vidas.
Un bañista está en apuros dentro del agua y, de inmediato, se activa el servicio de socorristas. Pero ahora, con el nuevo protocolo de seguridad para evitar contagios de coronavirus, las maniobras para salvar la vida ante un posible ahogamiento han cambiado. No es posible hacerle el boca a boca; hay que evitar un contacto directo por riesgo de intercambio de fluidos. Ahora tendrán que utilizar lo que se llama balón de resucitación o de oxígeno.
Una vez recuperado el bañista sobre la arena, se sigue el protocolo. Se le toma la temperatura y si tiene fiebre se procede a trasladarlo a la ambulancia o al puesto de mando para hacerle una primera prueba de coronavirus. Solo el pasado año fallecieron en las costas españolas 440 personas por ahogamiento. Este verano continúa la vigilancia, pero además con una seguridad extrema.
"No podemos descuidar nuestra labor"
El socorrista Javier Vázquez, por su parte, denuncia que no están preparados para controlar las medidas de seguridad en las playas: "No podemos perseguir a las personas que no cumplan las normativas vigentes, ni mucho menos sancionarles. Ni es nuestra competencia, ni podemos descuidar nuestras otras labores por hacer esto.