EN TORREMOLINOS, MÁLAGA
Vvían rodeados de lujo, con colchones viscoelásticos, televisión en sus habitaciones y, por supuesto, buena comida.
Así cuidaba una millonaria americana a sus 125 perros en su mansión de Torremolinos. Antes de morir, decidió nombrarlos herederos de toda su fortuna y al personal que trabajaba en la casa le encargó gestionar el cuidado de los animales.
Sin embargo, cuando falleció la dueña sus mascotas acabaron en la antigua "perrera de los horrores". Su antigua directora, Carmen Marín fue condenada a casi cuatro años de cárcel por matar a más de 2.000 perros.
Ahora el centro es de titularidad pública, pero se está investigando la situación de los animales porque todo apunta a que podría existir un fraude. Los gestores de la herencia estarían reponiendo a los perros para seguir cobrando su sueldo...