Coronavirus
Estos últimos días hemos visto aglomeraciones en terrazas y bares donde no se respeta la distancia de seguridad para evitar contagios por coronavirus. Por esto los propietarios pueden enfrentarse a multas de hasta 600.000 euros. Para evitarlo muchos han decidido contratar a "clientes misteriosos". Son detectives privados que investigan si en sus negocios se cumplen las normas.
Clientes misteriosos
Están entre nosotros, en el supermercado, en la farmacia o, incluso, en esas terrazas que ya han vuelto a abrir. Parecen un cliente más pero no, son detectives privados. "La cuestión es, o nuestro deber, pasar desapercibidos, mimetizarnos con el entorno" dice Debora Rodríguez, coordinadora de investigadores que añade que "no se trata de un trabajo rápido".
A este "misterioso cliente" lo contrata las propias empresas que quieren saber si se cumplen las medidas de seguridad y protección en sus negocios por el coronavirus. "Verificar que hay geles hidroalcohólicos, que los empleados llevan sus protecciones individuales, que se informa al cliente de las medidas a llevar a cabo, las distancias de seguridad a respetar" cuenta Débora Rodríguez.
Mini cámaras ocultas
Se encargan de grabar todo lo que pasa a su lado. Lo hacen con cámara oculta que la camuflan en la chaqueta, en el bolso. Son las pruebas con las que elaboran el informe. El objetivo es evitar situaciones como estas, locales donde no se ha limitado el aforo, empleados sin mascarillas o que no respetan la distancia de seguridad por el coronavirus cuando atienden a un cliente.