Coronavirus
El segundo confinamiento que preocupa es el que se vive desde este sábado en la comarca del Segriá, en Lleida y que afecta a más de 200.000 personas.
Una gran parte de estos nuevos positivos están relacionados con la actividad hortofrutícola, hay 30.000 temporeros en la zona. Muchos llegaron cuando Cataluña estaba aún confinada y ya se veía que iba a ser difícil controlarlos. Muchos son jóvenes y asíntomáticos. Un foco fácil de contagios.
Amadu tidjane, 37 años, de guinea Bissau, es portero de la fruta sin papeles, en España lleva desde hace 5 años, y en Alcarras tres años. Estudió periodismo en su país, y vino con esperanzas de sacarse aquí un título para ejercer. Ahora no puede trabajar por el coronavirus y tiene que vivir en la calle.
Muchas personas les culpan de los rebrotes en la zona. El alcalde de Alcarràs, Manel Ezquerra, pide que no se criminalice a los temporeros porque ellos son "los primeros que quieren que la campaña vaya bien".
Si alguno de estos temporeros que vive en la calle se contagia son trasladados a un albergue, cada uno en un bungalow con cama y baño individual) acogen a contactos de positivos para aislarlos y evitar nuevos contagios.