Presión migratoria Canarias
El complejo de bungalós Vista Oasis en Maspalomas (Gran Canaria) acoge a los 139 inmigrantes marroquíes que se concentraron ante la Delegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria después de que la Policía les facilitara abandonar el campamento de Arguineguín sin un recurso de acogida.
"Muchas gracias. Mercy beaucoup". Han sido las palabras más escuchadas mientras estos 139 inmigrantes, todos varones jóvenes, se subían a los tres autobuses fletados de emergencia para responder a la situación que ha generado la salida no prevista de 227 personas del campamento de Cruz Roja en Arguineguín.
Tras superarse las 72 horas de retención que permite la ley para tomar la filiación a los inmigrantes irregulares la Policía facilitó que esas personas saliesen del muelle de Arguineguín, pero fue una salida directamente a la calle, sin un recurso de acogida previsto algo que cogió por sorpresa al Gobierno de Canarias y al Ayuntamiento de Mogán así como a las ONG.
Desde el consistorio de Mogán se pusieron a disposición de los inmigrantes autobuses para que los que quisieran se desplazaran a la capital, a Las Palmas de Gran Canaria, donde se encuentra el Consulado de Marruecos y la Delegación del Gobierno.
Casi 200 lo hicieron, para reconocer al llegar al exterior de la representación de la Administración del Estado que no tenían dónde dormir, ni qué comer, ni sabían dónde iban a poder alojarse.
Mientras el Ministerio del Interior anunciaba que iba a investigar por qué se había producido esta situación, Migraciones y el Gobierno de Canarias se coordinaban con otras administraciones, como el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Cruz Roja, para preparar una alternativa que evitara que nadie durmiera en la calle.
Finalmente, se recurrió a contratar otro de los complejos turísticos del sur de Gran Canaria que llevan tiempo vacíos por la crisis que ha provocado en el sector la pandemia de coronavirus.