ASÍ ESCUCHÓ EL VEREDICTO
Ana Julia Quezada ha escuchado el veredicto del jurado, que la declarada culpable del asesinato con alevosía del niño Gabriel Cruz, con una actitud muy tranquila, casi impasible. No ha mostrado arrepentimiento, tampoco ha derramado ninguna lágrima y ha evitado en todo momento cruzar la mirada con los padres del pequeño.
Sentada en una esquina, escuchó una y otra vez las palabras "por unanimidad y culpable. Ana Julia parecía no inmutarse durante la lectura del veredicto de las siete mujeres y dos hombres del jurado que la han declarado culpable por unanimidad.
Tras escuchar el veredicto, Ana Julia se mostró con actitud tranquila, cruzando las piernas y apoyando su cara sobre una de las manos. Mantuvo la mirada al frente durante los 60 minutos que duró la lectura, sólo en una ocasión se la vio comentar algo a sus abogados o girarse para mirar a la cámara que la está grabando.
La asesina confesa no derramó ni una lágrima por primera vez en los nueve días de juicio. Atrás dejaba esa imagen edulcorada con la que se presentó al inicio del proceso.
Fue el primer día que no derramó ninguna lágrima después de los 9 días de juicio en los que pidió perdón una y otra vez "Es muy camaleónica, como muchos personajes con rasgos psicópatas" .
Comparte el gesto impasible de otros criminales, como el descuartizador de Pioz, uno de los crímenes más espeluznantes, terribles que se recuerdan. O José Bretón, que apenas pestañeó en el juicio por el asesinato de sus dos hijos.Pero comparándola con estos asesinos, Ana Julia "es la más fría , la más calculadora y la más inteligente de los tres" asegura Ana Isabel Gutiérrez, psicóloga forense.
Porque fue capaz de dar falsas esperanzas a unos padres y después de matar a su hijo.