Objetos perdidos
Los españoles malgastamos seis meses y medio de nuestra vida buscando cosas que perdemos, según los estudios sociológicos. Una media de mil millones de pasajeros al año, cuatro millones al día, utilizan el metro en España. Esto hace que cada día se pierdan numerosas pertenencias. En Barcelona, solo el año pasado se extraviaron unas 13.000 pertenencias. En Madrid, más de 50.000.
Depende de la época del año, se pierden más unos objetos u otros. Si llueve, se pierden más paraguas. Si hace calor, gafas de sol. En ciudades con playa, toallas y sombrillas. Y, sobre todo, se extravían cosas cuando hay un evento importante.
Lo más común son las tarjetas de transporte, pero también se pierden objetos tan extraños como ventiladores, esquíes o, incluso, palos de golf. La mayoría de ellos, a pesar de su elevado valor, nunca llegan a ser reclamados.
Las nuevas tecnologías han hecho que hasta un 30% de los objetos perdidos sean devueltos a sus propietarios, pero, si por el contrario, han pasado dos años sin que el dueño lo reclame, en Barcelona entregan el objeto a una ONG. En Madrid, sin embargo, se lo puede quedar la persona que lo encontró.