LOS PROPIOS VECINOS TIENEN QUE AYUDAR
Con cubos, con
mangueras y con impotencia. Muchos vecinos se quejan de la falta de ayuda y de
la soledad en la que se han encontrado a la hora de enfrentarse al fuego.
Muchas veces son los
vecinos los que hacen frente a llamas de veinte metros de altura. Con casi 200
incendios en una semana y con una alta dispersión de casas en pequeños núcleos
rurales, surgen críticas por la tardanza
en llegar de los equipos de extinción desbordados por la acción de los pirómanos.
Los autores de los
incendios buscan los momentos idóneos o los lugares donde no hay bomberos para
iniciar los fuegos.
Algunos brigadistas
se quejan de falta de tiempo para limpiar el monte. Desde la Xunta recuerdan
que las dos terceras partes de Galicia es forestal lo que hace muy difícil tener
todos los imprevistos bajo control.
En lo que va de año
han ardido en Galicia 8.000 hectáreas de monte. En 2011 ardieron 42.300 hectáreas,
19.200 en 2013, 2000 en 2014 y 11.800 el pasado año. Cifras muy alejadas de las
96.000 de hace diez años.