Barcelona
Barcelona se plantea llegar a sancionar a bañistas que no respeten deliberadamente la distancia de seguridad por el coronavirus en las playas, unas multas que podrían situarse entre 100 y los 200 euros.
Este sábado la Guardia Urbana de Barcelona limitó los accesos a cuatro playas de Barcelona, después de que en todas ellas se llegara al 80% de ocupación, la máxima permitida en la desescalada por el coronavirus.
Este domingo la cosa ha estado más tranquila aunque también se ha rozado el límite de ocupación. Muchos han decidido madrugar para conseguir un buen sitio y se han ido cuando las playas han comenzado a llenarse.
La afluencia se controla por medio de sensores que calculan el volumen de ocupación, que puede consultarse en tiempo real en la página web del Ayuntamiento.
Cuando se llega al 80% de la ocupación, los sensores avisan y se activan los mecanismos de información: los informadores del Ayuntamiento explican las medidas a seguir, y se pide por megafonía a los bañistas que se dispersen para evitar aglomeraciones.