TRES SEMANAS DESPUÉS DEL TERREMOTO
Es una demolición complicada. La calle es muy estrecha y hay peligro de dañar los edificios colindantes. Los vecinos no pierden detalle de la demolición. Temen que sus casas sufran daños. Mientras tanto en el campamento de los afectados siguen 1490 personas.
Pero esta misma semana empezarán a realojar a aquellos que tengan sus casas en verde. De momento continúan haciendo cola para comer y durmiendo en unas tiendas de campaña que se han convertido en sus improvisados hogares.