SOLARES INMENSOS OCUPAN EL LUGAR DE LOS EDIFICIOS DERRUMBADOS
Se cumple un año del terremoto de Lorca, en el que murieron nueve personas. A las cinco de la tarde de aquel fatídico 11 de mayo, la tierra empezó a temblar.
Un terremoto de 4, 5 grados en la escala de Richter sacudió la tierra. Pero lo peor vendría dos horas después. La tierra volvió a temblar, esta vez con consecuencias devastadoras.
Fueron solo unos segundos, pero la sacudida fue tan fuerte que hasta derrumbó un edificio con varios vecinos en su interior. Milagrosamente, algunos de ellos consiguieron salvarse.
No tuvieron tanta suerte las otras nueve víctimas, la mayoría muertas por la caída de cornisas. Entre las víctimas, un niño de 14 años y dos mujeres embarazadas.
Un año después, la imagen de Lorca ha cambiado por completo. Muchos edificios han sido demolidos porque su estructura estaba en muy mal estado. El barrio de la Viña ha desaparecido y ha dado paso a grandes solares.
Ahora, hay que pensar en la reconstrucción y en qué hacer con los muchos edificios que aún están apuntalados, con miles de vecinos desplazados que, hoy, sólo quieren volver a sus hogares.