Colegios
Han comenzado las vacaciones escolares de Semana Santa probablemente más tristes e inciertas. Durante las últimas semanas de marzo los colegios se han esforzado en improvisar unas actividades educativas que sustituyeran a las clases ante la crisis por el coronavirus. El cierre de los centros dejó, de repente, a las autoridades académicas, a los profesores y a los padres ante una situación inesperada y difícil de resolver. Ahora se plantea de una forma más radical: ¿Cuándo podrán volver las clases presenciales en los colegios? ¿Qué va a pasar con el curso?
Los escenarios son distintos, dependiendo del nivel de enseñanza y de las comunidades. Aunque todo está sujeto a la evolución de la pandemia, de momento una incógnita sin respuesta fácil. Prácticamente está descartado que las clases en las aulas se recuperen en abril, tampoco parece probable en mayo. Volver en junio y alargar el curso hasta finales de julio es una posibilidad. Otros dan por finalizado el curso a efectos de actividad en las aulas.
Reducción de los currículos
El Consejo Escolar del Estado (CEE) prepara unas propuestas ante el cierre de las clases presenciales. Propone, entre otras medidas, no avanzar en los currículos y tener en cuenta solo lo estudiado hasta el mes de abril. El martes 7 de abril decidirá sus recomendaciones.
En Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato se plantea que no se introduzcan nuevos contenidos y no se avancen los programas. "El trabajo se debería centrar en el repaso y repetición de los contenidos y aprendizajes fundamentales de cada materia y en las competencias básicas abordados desde el comienzo del presente curso hasta el mes de abril", recomienda. Serán adaptados por el profesorado a partir de una reducción y condensación de los currículos.
Para el alumnado cuyos profesores consideren que tienen un dominio probado, en las evaluaciones realizadas hasta ese momento, de los contenidos y aprendizajes fundamentales y, en su caso, de las competencias, propondrán tareas de profundización y ampliación.
Exámenes
Para las evaluaciones del tercer trimestre proponen basarlas en los contenidos, aprendizajes y competencias señalados y trabajados, tanto en casa por el alumnado durante el confinamiento, como en las clases presenciales, si es que se reanudan. La evaluación del tercer trimestre en cada una de las materias, si resulta positiva, se entenderá como recuperación de las anteriores para aquellos alumnos que tuvieran una o las dos insuficientes, según el borrador del Consejo.
En el caso de que la evolución de la pandemia del coronavirus aconseje que las clases presenciales queden suspendidas hasta el inicio del siguiente curso, el Consejo propone que las administraciones dispongan las medidas necesarias para que todo el alumnado pueda realizar la evaluación del tercer trimestre desde casa, de modo telemático.
Títulos
El CEE propone que adopten medidas para cuarto curso de la ESO y segundo de bachillerato. Que en la evaluación final de cuarto de la ESO se tenga en consideración las evaluaciones de los dos primeros trimestres. La del tercero, considerada en el caso de que resulte positiva como recuperación de las dos anteriores, permitirá la obtención del título de la ESO.
Lo mismo en bachillerato. En la evaluación final de segundo de bachillerato que se tenga en consideración las evaluaciones de los dos primeros trimestres y la del tercero, si es positiva, sea recuperación de las dos anteriores y por lo tanto dé el título de bachillerato y la posibilidad de realizar las pruebas de acceso a la Universidad (EBAU). Pruebas que ya se están reprogramando. El Consejo considera que se deben fijar cuanto antes las fechas concretas de la EBAU en cada comunidad y que se fijen de "manera urgente" la estructura concreta y los temarios.
El documento del Consejo Escolar Estatal sugiere que las pruebas extraordinarias para todos los cursos se realicen en septiembre. También desaconseja prolongar clases o evaluaciones en el mes de julio.