Coronavirus
Jornadas eternas en las que sólo son conscientes del cansancio cuando llegan a casa. Los sanitarios están haciendo un esfuerzo sobrehumano para salvar vidas en todos los hospitales.
Algunos sanitarios lloraban de alegrías cuando llegaron los EPIS
En el de Alcalá de Henares, la llegada en las últimas horas de equipos de protección para el personal sanitario hacía saltar las lágrimas a más de uno. Los EPIS son vitales para el manejo de pacientes infecciosos.
La donación permitía que por fin los mandiles de plástico se sustituyeran por monos, gafas y mascarillas apropiadas para atender a los pacientes contagiados por el COVID-19. Sigue habiendo muchos problemas para por ejemplo cumplir los protocolos que obligan a desechar los equipos cada vez que se asiste a uno de estos pacientes. Eso -en este momento de pandemia- es absolutamente imposible.
Cada alta se celebra con aplausos de alegría entre tanta desolación
Otra de las causas de alegría es la despedida de los pacientes que han ganado la batalla a este coronavirus. Cada alta, es una victoria frente a este microorganismo que mantiene al mundo en jaque.
En el hospital de Alcalá de Henares este jueves había 321 ingresados y 150 pendientes de ingreso en urgencias. El centro está trasladando pacientes a IFEMA y a hoteles de la Comunidad de Madrid.