Valencia
55 niños y niñas ucranianas llegan a Valencia para pasar la Navidad lejos de la guerra y el frío. La Fundación Juntos por la Vida organiza este programa de acogida familiar.
La Fundación Juntos por la Vida ha organizado por segundo año el programa de acogida que les da la oportunidad a 55 niños y niñas procedentes de Ucrania de tener una Navidad lejos de la guerra y el frío. Todos ellos son menores de entre 6 y 17 años que proceden de la frontera con Bielorrusia, zonas afectadas por el conflicto bélico. "Aquí se crea un vínculo muy grande entre los niños y las familias porque siguen viniendo a las mismas casas. 30 de los 55 niños vienen por primera vez estas navidades pero seguro que repiten en verano", asegura Clara Arnal, de la Fundación Juntos por la Vida.
Para que este trámite se pueda dar deben estar de acuerdo tanto la familia del menor, como el propio menor, y la familia de acogida de Valencia. La Fundación brinda esta oportunidad a niños y niñas huérfanos de madre o madre y a familias muy empobrecidas, vulnerables y que no tengan otra forma de salir del país. Las familias de acogida también tienen un proceso de selección que reconoce ser o no ser aptos para recibir en sus hogares a los niños y niñas que más los necesitan.
Ya son las segundas navidades que acogen menores desde que comenzó la invasión rusa
Las familias reconocen que reciben a los menores con nervios, pues no saben si podrán comunicarse bien al principio con ellos y ellas pero están preparados para brindarles todo el cariño y calor propios de estas fechas. La asociación, a su vez, ofrece servicios de traducción con personas bilingües que acompañan a las familias.
"Hasta que no cruzaron la segunda frontera, que es la polaca, no estuvimos tranquilos de estuvieran fuera de peligro. En Ucrania siguen las alarmas todos los días en todas las zonas. A 15 kilómetros desde donde salió el autobús con los niños, cayó un misil y cuando estuvimos haciendo la reunión con las madres, la tuvimos que interrumpir porque sonaron las alarmas y se tuvieron que poner todos bajo seguridad", explica Clara Arnal.