Bulos
Tensión en la Línea de la Concepción. Decenas de personas intentan linchar a un hombre al que acusan de intentar raptar a varios niños en los alrededores del colegio y tiene que intervenir la policía. Pero era un bulo.
En el humilde barrio de Los Junquillos, en La Línea de la Concepción, Cádiz, ya no saben qué pensar. Las últimas horas los dispositivos móviles de los padres y madres del alumnado del Colegio de Educación Infantil El Rocío y de un jardín de infancia cercano, han sido la puerta de entrada de audios y vídeos, cuanto menos, alarmantes. Tanto es así, que a esta hora circula la foto de un pequeño como la supuesta víctima de un inexistente secuestro. Su madre se acercaba a los medios de comunicación que hemos peinado la zona para denunciarlo.
Todo comenzaba el martes cuando empezaba a correr como la pólvora el rumor de que alguien había intentado llevarse a un bebé. "Lo que tengo entendido es que en la guardería un hombre le quitó a una madre a la niña de los brazos, salió a correr y los padres que había tiraron piedras, lo persiguieron, soltó a la niña y se escapó", nos decía una vecina con el miedo en los ojos.
Ya el miércoles, los grupos de WhatsApp hervían con los siguientes audios: "Hola buenas, os hablo por aquí que así hablamos todos y pasadlo si podéis a otras clases del colegio. Yo me he venido hoy a lo de mi madre a comer, aquí a Los Junquillos y se han intentado llevar, vamos que lo he visto yo en vivo y en directo, a otro niño del Rocío (el colegio). Se lo han llevado de la mano y han corrido con él hasta el centro de salud y por lo visto había otro allí esperándole en un coche".
"Escuchadme, mil ojos. Dicen que es una banda de once tíos que se dedican a eso. A uno lo han cogido, pero el otro se ha escapado corriendo. No dejéis a los niños ni en la puerta de la calle solos, no llevadlos a parques, intentad evitar los parques". ¿Cómo permanecer impasible ante testimonios como estos en los que alguien asegura haberlo visto todo con sus propios ojos?
A las cuatro de la tarde del miércoles los vídeos del linchamiento al presunto secuestrador de niños ya habían saltado de teléfono en teléfono y recorrido media España y puesto en marcha a todas las redacciones de los medios de comunicación.
¿Qué había pasado en realidad? Otro audio narraba una versión más plausible del asunto: "Es que ya la gente habla por hablar. Estaba el tío en la puerta del supermercado y la tía de mi marido estaba comprando. Le ha pedido dinero, que si tenía fuego... Y siguiéndola a todos lados. Entonces ella, al ver que tenía una marca en la cara y recordar lo que pasó ayer (por el martes en la guardería), pues ha cogido y ha llamado al marido y le ha dicho: 'Vente para acá que mira lo que pasa y me da miedo'. Su marido ha llegado, ha entrado con ella a por la niña, la niña la llevaba el padre y le ha dicho: 'Ay la niña que es muy guapa' y ha hecho el amago de cogerla y el padre le ha dado la niña a la madre, se ha ido para él, pero ya ha empezado todo el mundo a pegarle. Le han dado una paliza tremenda. Entonces los guardias le han tomado declaración y le han dicho que era el mismo tío que estuvo detenido ayer".
Efectivamente, la tarde del martes el agredido fue arrestado pero no por llevarse a ningún bebé, sino tras haber estado molestando a varios transeúntes, resistirse a la autoridad y no obedecer cuando la Policía le dijo que se fuera. Al día siguiente y ante la inexistencia de antecedentes ni denuncias, fue puesto en libertad por el juez y él regresó a Los Junquillos cuando ya todo el mundo pensaba que quería hacer algo malo a sus hijos. El resto está grabado: golpeado como un animal con una vara, zarandeado, apalizado incluso dentro del coche patrulla...
Una vez pudieron esquivar a la muchedumbre, los agentes le llevaron al hospital, donde fue atendido y donde permanece ingresado en la Unidad de Salud Mental tras haber sido valorado y constatar que este hombre, ciudadano italiano nacido en Etiopía, tiene las facultades mentales alteradas; de ahí su comportamiento.
La Policía Nacional se ha visto obligada a aclarar que "no hay ninguna persona que haya presentado una denuncia sobre un intento de secuestro ni hay testigos directos de los hechos. Lo único que se ha podido verificar con el testimonio de una madre es un supuesto halago que esta persona hizo a una menor. Recordad que en el top de los bulos se encuentra el secuestro de menores que cada cierto tiempo afloran, se alimentan con hechos reales que son tergiversados y que se replican con noticias publicadas sobre hechos parecidos". Lo sucedido debería hacernos reflexionar.
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