LOS VECINOS, MÁS CALMADOS
La puerta del domicilio de Teresa Romero y su marido sigue sellada con una plancha de pladur. El interior aún no se ha esterilizado. Se someterá a una profunda limpieza desde este fin de semana y hasta el lunes por la noche.
No obstante, los vecinos del bloque se encuentran un poco más aliviados porque toda las zonas comunes sí están ya desinfectadas. Durante la noche del jueves, equipados con trajes de protección, trabajadores de una empresa especializada se emplearon a fondo en el portal y este viernes regresaron para rematar la limpieza en otros de la urbanización. Esa limpieza va eliminando poco a poco el miedo al contagio, aunque no el enfado de muchos vecinos.
También en Alcorcón, la peluquería donde Teresa Romero acudió a depilarse cuando ya estaba incubando el ébola está cerrada. La dueña y la empleada siguen bajo control en el hospital.