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Secuestro y agresión

Liberan a una joven de 18 años presuntamente secuestrada y agredida brutalmente por su novio en Barcelona

Según fuentes de la investigación, además del maltrato físico, psicológico y del abuso sexual, la chica estaba encerrada bajo llave en una habitación, atada de pies y manos, dormía en el suelo y fue rociada con alcohol.

La Policía Nacional ha detenido en Esplugues de Llobregat a un hombre de 24 años por, supuestamente, secuestrar y agredir de forma sistemática y habitual a su pareja sentimental, una chica de 18 años.

Todo salió a la luz a raíz de una llamada anónima que recibieron los agentes. En ella explicaban que un individuo tenía a su novia encerrada bajo llave en una habitación de su domicilio, donde la agredía, la intimidaba y la amenazaba, tanto a ella como a su familia.

Se inició entonces una investigación para verificar la información y averiguar la ubicación exacta del domicilio de la pareja, ubicado en el barrio de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

El pasado 19 de abril, durante el dispositivo de vigilancia, los efectivos vieron salir a la chica del domicilio junto al presunto agresor, a quien detuvieron de inmediato. Los agentes explican que, además, comprobaron que el hombre tenía en su posesión el teléfono móvil de la joven para impedir cualquier posibilidad de que ella pudiera pedir ayuda o contactar con algún conocido.

Dormía en el suelo atada de pies y manos

La Policía trasladó a la mujer a un centro hospitalario para ser asistida de las lesiones que, a simple vista, consideraron muy graves. Según fuentes de la investigación, la pareja realquilaba una estancia en un piso que compartían con otras personas.

Supuestamente, la víctima no disponía de llaves propias de la vivienda y se pasaba la mayor parte del tiempo encerrada en la habitación. Incluso tenía que pedir permiso al presunto captor para ir al baño.

Al parecer, además de las constantes amenazas, tanto a ella como a su familia, el detenido agredía a la joven, su novia, constantemente y de forma brutal. En una ocasión, incluso llegó a rociarle la cara y el cuello con alcohol para después prenderle fuego a la zona con un mechero.

La Policía explica que, durante su cautiverio, la chica también sufría constantes abusos sexuales y era obligada a dormir en el suelo atada de pies y manos.

El 21 de abril el hombre, detenido por retención ilegal, amenazas, lesiones, abuso sexual y maltrato habitual en el ámbito familiar, ingresó en prisión sin fianza.

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