Colmenar Viejo
El juez ha desestimado la medida cautelas al considerar que no hay riesgo para la víctima. La misma mujer del acusado ha pedido que se revocara la orden, pero la Fiscalía cree que podría estar condicionada por su marido.
El matrimonio de Colmenar Viejo, investigado por maltratar a sus ocho hijos, podrá reunirse de nuevo después de que el juez haya revocado la orden de alejamiento del médico hacia su esposa. El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Colmenar accede a la petición de la mujer de retirar las medidas cautelares acordadas el pasado 30 de marzo.
Tras tomarle declaración, el juez ha determinado que no hay riesgo en retirar esta medida de protección, teniendo en cuenta "su ya reiterada declaración judicial firme y sin titubeos, exponiendo, a su vez, sin fisuras su deseo de que cese la orden frente a ella, sin que se pueda entrar, ante su firme deseo, en un juego de presunciones sobre que 'no sabe lo que hace' o que se encuentra 'anulada' en su voluntad".
Esto, después de sopesar la petición del Ministerio Fiscal, que ha solicitado diligencias para averiguar si la decisión de la mujer "está condicionada por el investigado, hasta el punto de 'viciar' su voluntad", el magistrado ha valorado la "firmeza" con la que esta ha mantenido su solicitud. De hecho, la investigación policial apunta que estaba "totalmente sometida" por su marido.
Además, la mujer ha negado "cualquier acto de violencia" de su marido hacia ella o sus hijos, "imputando el peso de la responsabilidad de la presente investigación a la fabulación de los mismos".
Considera que retirar esta orden de alejamiento permitirá al matrimonio tener "una mejor coordinación en su estrategia de defensa" frente a la acusación de maltrato contra sus ocho hijos. Ha defendido que en el caso de la mujer no hay peligro de retirar esta medida, "al contrario de lo que podría decirse de cesar la protección de los menores frente a los progenitores", precisa el auto.
El magistrado ha citado también a algunos de los niños el próximo 1 y 2 de junio para que sirva como prueba de cara al posible juicio. A día de hoy, los ocho hijos de entre 4 y 14 años se encuentran a cargo de los servicios y el padre sigue ejerciendo como médico en el hospital Gregorio Marañón hasta que el juez determine lo contrario.