MINIMERCADOS DE DROGA
Para conseguir droga en Madrid no es necesario ir a poblados marginales como La Cañada Real o Las Barranquillas. Basta con acudir a unos de los puntos de trapicheo que la policía tiene localizados en Madrid capital.
La plaza de Lavapiés es uno de ellos. En ella, sin esconderse y a plena luz del día los camellos ofrecen la droga sin intimidarse ni tan siquiera por la policía que les vigila. En este minimercado, la mayoría de los traficantes son africanos y pasan hachís. Lo mismo sucede en el parque del Retiro, donde además también hay sudamericanos vendiendo droga. En el popular parque madrileño, mientras unos vigilan otros hacen la venta del hachís.
Ya por la noche en la plaza Tirso de Molina, lo que se vende más no es hachís, sino coca. La policía también vigila aquí los trapicheos, pero conseguir droga en esta zona madrileña tampoco resulta demasiado complicado. Al poco de preguntar por ella, aparece un negociador encargado de formalizar el trato y de dar las instrucciones de recogida de la mercancía. También Santa Ana es un lugar común de trapicheo. Allí los españoles se muestran más discretos a la hora de vender la droga.
Perfil del traficante
La mayoría son jóvenes de entre 20 y 25 años, y agentes de policía vestidos de paisanos les vigilan de cerca. Los camellos llevan encima poca cantidad de estupefacientes para que si les detienen puedan alegar consumo propio. El resto de la mercancía la esconden en parques, papeles o portales.