DESASTRE PARA LAS COSECHAS
Son las clásicas tormentas de verano que a veces alcanzan potencias inesperadas. Relámpagos, lluvia torrencial con granizo y barrancos tan llenos como el de Valdearenas, en Calatayud. Son las consecuencias de las tormentas que se desataron en algunas zonas de nuestro país.
En muy poco tiempo el agua alcanzó todos los rincones y anegó las zonas bajas de las viviendas. Este martes toca limpiar sótanos, garajes, bajos y casas inundadas. Incluso aún se podían encontrar bloques de hielo en la calle.
Es un desastre para las viviendas y aún mayor para el campo donde todo se ha perdido. Esta situación tormentosa podría repetirse en las próximas horas y alcanzar al norte de Extremadura.