Coronavirus
Mientras medio país ha tenido que bajar la persiana de sus negocios por el coronavirus, hay otros pequeños establecimientos que trabajan estos días a pleno rendimiento.
Son centenares de autónomos y de empleados del sector de la alimentación y la distribución que siguen al pie del cañón, dando respuesta a las necesidades, básicas, de sus vecinos.
Sus vecinos comenzaron a comprar compulsivamente
Ana Couce es la dueña de una pequeña tienda de alimentación en una parroquia de Ferrol. "El jueves tuve una jornada normal, pero desde el viernes pasado, ha sido de locos", explica.
Coincidiendo con la suspensión de las clases, primero, y con la cascada de medidas que se fueron tomando, después, los ferrolanos se lanzaron a tiendas, supermercados y grandes superficies, en los que durante los últimos días son visibles las colas en los accesos. La tienda de esta ferrolana no es una excepción.
"Tuve que ampliarle el contrato a mi empleada, que solo trabajaba la mañana de los sábados, a toda la semana", nos asegura. Una situación muy distinta a la que viven miles de españoles y que nos muestra las dos caras de la moneda.