Violencia de género
Con la declaración del estado de alarma fue necesario activar un plan especial contra la violencia de género durante el confinamiento.
En muy poco tiempo hubo que modificar el contrato para el teletrabajo de las operadoras en el 016. Ese primer fin de semana se contactó con todas las comunidades autónomas para saber sus recursos y fue una respuesta inmediata de todos. También se contrató de emergencia el WhatsApp de asistencia psicológica.
Nunca podemos decir que el plan ha funcionado porque sigue habiendo muchas víctimas detrás. Las asesinadas, que decrecieron y las vivas, si se puede llamar vida a lo que sufren.
Pero hemos aprendido y estamos más preparados si hay nuevas medidas de confinamiento. Nos han llamado de otros países de Europa y América para preguntarnos por nuestro plan, especialmente por la puesta en marcha del WhatsApp.
Quizá si merezca la pena reflexionar sobre el trato que hemos dado a las mujeres que deciden denunciar.
Nos planteamos si quizá se puede denunciar mediante un entorno amable y seguro por videoconferencia de forma tranquila y rodeada de gente que ya conoce su situación con la que se siente segura.
La Ley de víctimas reconoce el derecho a ir acompañada pero ahora hay muchas medidas por el coronavirus en las comisarías. Puede ser una lección de vida que esté para quedarse. Ojalá tengamos los reflejos y los medios para llevarlo a cabo. Estoy segura que la retirada de denuncias bajaría.