Coronavirus
La cámara de Hernán Zin se convierte en los ojos de la pandemia del coronavirus. El reportero acostumbrado a escenarios de guerra como Siria o Palestina decidió entrar en otro campo de batalla, el que libraban los sanitarios y otros trabajadores esenciales contra un enemigo poderoso y hasta ese momento desconocido. Era la primera ola del coronavirus.
Otro tipo de 'guerra'
El paisaje que tenía delante era el del horror, un goteo continuo de pacientes que llegaban a los hospitales donde sanitarios -a pecho descubierto- trataban de atenderlos sin armas para atacar al coronavirus y sin 'coraza' para protegerse ellos mismos.
El documental '2020' lo muestra desde dentro, con la mirada de los sanitarios y también de los pacientes, algunos después de despertar del coma y sin entender que la vida se había parado para ellos durante semanas por un coronavirus que amenaza a toda la Humanidad.
La voz de los enfermos
La incredulidad se mezcla con las lágrimas de miedo y desesperación de los enfermos. Uno de los pacientes lamenta que no hay más que muertos, "no llego a entenderlo" dice entre lágrimas.
Otro hombre llora desconsolado: "que mal lo estoy pasando", dice. Su dolor se mezcla con el de los profesionales que tratan de salvar vidas. Sus palabras son demoledoras: "necesitamos ayuda, esto es un tsunami que nos va a arrasar".
Y nos arrasó, a todo el planeta. El documental muestra ahora esa ola gigantesca para que los que no quieren ver lo hagan y para que la sociedad pueda hacer el duelo. Esa es la intención de su director, que '2020' ayude a superar este año fatídico. Llega la Navidad y el miedo a una tercera ola.