DOS DESCARRILAMIENTOS EN TRES AÑOS
Un posible exceso de velocidad, un fallo en la señalización por obras en la vía, un error humano...lo que se sabe hasta el momento es que el tren chocó inicialmente contra la base del puente de la Nacional 120 en O Porriño, y terminó impactando contra una torre de luz.
Se investiga que provocó ese primer golpe. El tren no tenía parada en O Porriño y según ha confirmado Adif, debía circular por vía libre, sin desvíos a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora.
Sin embargo lo hizo por el carril derecho. Llegaba a la estación tras sobrepasar dos cambios de aguja, el último muy cercano al puente donde según algunos testigos se habría producido un frenazo brusco.
La propia alcaldesa del municipio confirmaba a Espejo Público la alta velocidad que alcanzan los trenes en ese tramo.
Un posible cambio de vía, debido a unas obras en el recorrido, pudo provocar el descenso brusco de la velocidad del convoy y su posterior descarrilamiento.
Otra posibilidad que barajan los investigadores es la presencia de algún objeto en la vía o un fallo mecánico de la locomotora, con una antigüedad de 40 años y operada por la compañía portuguesa Comboios.
Otra vez Galicia, de nuevo una curva y un posible exceso de velocidad, muy similar a lo ocurrido en Angrois.
Imposible tomar una curva a 190 kilómetros por hora cuando la velocidad máxima era 80. Desde el principio de la investigación hubo dudas sobre si fue un posible despiste del maquinista o una deficiencia en el diseño de la línea.
El juez determinó que sólo había un responsable. Un único imputado que fue el maquinista. Pero hace 4 meses una revisión obligaba a reabrir el caso y analizar la posible responsabilidad de los que diseñaron el trazado de Angrois.