LLEGARON DECENAS DE VUELOS
La terminal 2 del Aeropuerto de Barcelona-El Prat ha vuelto a registrar este fin de semana largas colas en el control de pasaportes, especialmente cuando llegaron a la vez decenas de vuelos y se saturaron las únicas ocho cabinas de control, pese a que todas estaban activas.
Con motivo de la festividad de Sant Joan, el aeropuerto barcelonés ha vivido un mayor tráfico de pasajeros, lo que ha vuelto a congestionar puntualmente los accesos a las cabinas de control de documentación.
Algunos viajeros han hecho público su malestar por esta situación a través de la red social Twitter, donde han colgado fotografías y vídeos de las colas, que fueron especialmente intensas el sábado 24 de junio por la noche. "El nuevo sistema de pasaporte en el Aeropuerto de Barcelona no funciona y es inhumano. 1000 personas en un cuarto sin aire acondicionado", denuncia Natalia Tena, que adjunta una imagen en la que se ve a centenares de personas esperando su turno para pasar el control policial.
Un portavoz de la Policía Nacional ha explicado que las colas se produjeron porque a última hora de la tarde llegaron a la T-2 decenas de vuelos a la vez, ante lo que se formaron largas colas en el punto de control de pasaportes, pese a que había policías en cada una de las ocho cabinas de control de pasaporte de la terminal.
El pasado mes de abril entraron en vigor los nuevos controles de pasaportes, que comportan que los pasajeros tengan que mostrar sus documentos identificativos al entrar y salir del espacio Schengen (UE), lo que provocó largas colas en horas punta en el aeropuerto de El Prat-Barcelona durante el puente del 1 de mayo.
El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, anunció entonces una serie de medidas para garantizar el buen funcionamiento de El Prat, como la incorporación de unos cincuenta nuevos verificadores para escanear pasaportes o el refuerzo de la plantilla de la Policía Nacional con más de un centenar de agentes.
Aunque los primeros problemas llegaron con el puente de mayo, se repitieron en los fines de semana siguientes, sobre todo la semana en la que coincidió el Gran Premio de España de Fórmula 1 y el salón Automobile Barcelona, y ahora han vuelto a producirse con motivo de Sant Joan.