Galicia
Los vecinos de Xuvia, en A Coruña, denuncian que el cura retiró la lámpara centenaria del templo sin previo aviso. Él asegura que lo hizo porque precisa de restauración y carecen de presupuesto para ello.
Una lámpara de más de cien años enfrenta al párroco y a los fieles. El cura, Carlos Gómez, decidió retirarla del templo porque su estado, asegura apoyándose en la opinión de los técnicos, suponía un peligro para todos.
La pieza precisa de restauración, que supone unos 6.000 euros, y concluye que ninguno de los que ahora se quejan quiso aportar dinero a la causa.
Al otro lado, al contrario, los feligreses. Ellos explican que la lámpara, que fue donada en el año 1906 por la familia Barcón, fundadora del templo de Santa Rita de Xuvia, debe permanecer donde estaba hasta ahora al ser el símbolo más característico de la parroquia y porque nadie les consultó antes de retirarla.
Apoyando al primero, al párroco, se encuentra el cura que le precedió en el templo. Se marchó hace ya tres años y explica que en la década de los noventa la lámpara ya estaba deteriorada. Se barajó, entonces, la compra de otra pero el presupuesto superaba los 2.000 euros y los feligreses optaron por conservar la anterior. Se reparó y la volvieron a colocar en su lugar pero los problemas que suponía para la corriente de la parroquia llevaron a un fiel a donar un sistema de iluminación de focos que dejó relegado a la lámpara inicial a un mero elemento de decoración.
Ahora, aunque la lámpara permanece en el templo, ya no luce colgada en la nave central, y eso ha causado el malestar de los vecinos que exigen que regrese a su lugar inicial. El párroco, por su parte, se niega a atender sus súplicas. La pieza se queda en el suelo.