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El lamento entre lágrimas de una niña afgana tras el ascenso de los talibanes al poder: "Moriremos olvidados"

Las ciudadanas afganas son las más perjudicadas por el resurgimiento de los talibanes, que no permiten a las mujeres y niñas trabajar fuera de casa, estudiar o mostrar su piel y que para salir siempre deben ir acompañadas de un "guardián" varón

Uno de los videos más compartido en redes sociales tras el ascenso al poder de los talibanes es el de una niña afgana que, entre lágrimas, lamenta que los insurgente se hayan vuelto a hacer con el control de Afganistán. "No contamos para nada porque nacimos en Afganistán. Moriremos lentamente en la historia", dice la pequeña.

El vídeo fue publicado en Twitter el viernes por Masih Alinejad, una periodista y activista iraní, y enseguida se hizo viral.

Y es que el ascenso al poder de los talibanes en Afganistán, que se hizo oficial hace apenas dos días,
con la toma de Kabul y la huida del anterior Gobierno, tendrá como principales perjudicadas a las mujeres y niñas del país.

Regresión de derechos fundamentales

En el pasado, el régimen talibán redujo al mínimo los derechos de las mujeres y castigó con dureza, incluso con lapidaciones, a las "desobedientes". En Afganistán imperará ahora la interpretación ortodoxa de la ley islámica. Bajo ella, las mujeres pasarán a ocupar un rol puramente testimonial en el hogar, ya que se les prohibirá realizar cualquier tipo de trabajo o estudiar.

Durante el gobierno vigente entre 1996 y 2001, las afganas no pudieron salir de sus casas sin estar acompañadas y fueron víctimas de la más absoluta regresión de cualquier derecho fundamental.

Las niñas, las más perjudicadas

Según explicó el lunes Enrique Ayala, experto en política internacional y analista de la Fundación Alternativas, en una entrevista con Efe "los talibanes son yihadistas radicales" y actuarán "con una crueldad y una dureza enormes" porque van a implantar la ley islámica "en su versión más rígida", y eso va a afectar a la población, sobre todo a las mujeres de las ciudades, que están más "occidentalizadas y acostumbradas a otro tipo de vida".

"Las niñas son las grandes perjudicadas en todo este asunto", sentenció Ayala, quien expresó su preocupación también por las mujeres que ocupan puestos de responsabilidad y tienen una vida libre porque "se van a encontrar con que estos animales van a volver a obligarlas a ponerse el burka".

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