DOS GENERACIONES, MISMA VIOLENCIA
Reunimos dos generaciones, dos experiencias distintas. "Yo no sabía que tenía el Whatsapp hackeado y él me controlaba y sabía todo lo que hacía... yo ya estaba paranoica", nos cuenta la más joven. La escucha otra víctima de la violencia machista: "En mi caso, no había redes sociales en aquella época. Salí una noche con mis cuñados y a la que volvía a casa, según entré por la puerta, me dio un guantazo". También hay violencia física en las nuevas generaciones: "La vez que me llegó a agredir, no era la primera, pero sí la más fuerte, fue porque estábamos en el parque y un amigo suyo me ofreció una bebida y se puso a decirme guarra, empezamos a discutir y me dejó un ojo morado, me mordió en la cara, me tiró al suelo... y la mandíbula mal".
Recuerdan "piensas que va a cambiar, que eso es algo puntual, lo justificas de tantas maneras" o "antes de dejarlo no ves eso, lo único que tienes es miedo, de él... qué van a decir, le has denunciado... pero mi familia al menos todavía estaba ahí". Y una pregunta: "A día de hoy mírate al espejo, ¿tienes la misma cara que cuando comenzaste a enamorarte de él?. La respuesta es una sonrisa. Y un consejo: "Si están pasando por esta situación que no se echen para atrás, aunque lo vean todo muy negro, muy negro, siempre se puede salir... y tener ganas de vivir".
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