testimonio de una adolescente
Discutió con su madre, se fugó de casa, y acabó en un centro para menores. Entonces, descubrió la dura realidad de lo que sucede tras esas rejas. "Siempre hay algún conflicto de que alguno es más agresivo que otro y se pone a dar puñetazos a todo", explica Noelia, de 15 años.
Las peleas son habituales y también el consumo de drogas que los adolescentes se ingenian para colarlas.
Algunos internos se escaparse y Noelia también lo hizo. "Yo me fugué una vez durante tres días. Nos fuimos fuera de Valladolid para que no nos encontraran, pero al final te encuentran siempre", explica.
Noelia dice que ha aprendido de esta experiencia y la relación con su familia ha salido fortalecida.