EL SECUESTRADO DEBÍA 25 MIL EUROS
Las investigaciones se iniciaron al ser requeridos por una patrulla de Policía Local que estaba atendiendo en un domicilio a una mujer que se encontraba mal. Los agentes al conocer que el motivo de la ansiedad que presentaba la mujer se debía a que su hijo había sido secuestrado, solicitaron la presencia de Policía Nacional.
Los agentes se dirigieron inmediatamente al lugar donde averiguaron que, al parecer, el hijo de la mujer atendida había contraído una deuda de unos 25.000 euros, con sus “socios”.
Mientras que los investigadores recababan información, uno de los secuestradores se presentó en el domicilio para cobrar el pago exigido, siendo inmediatamente detenido, por lo que rápidamente se alertó al grupo de investigación en este tipo de delitos, para localización y liberación del secuestrado, momento en el que apareció andando a su domicilio.
Aunque en un primer momento el joven negó haber sido secuestrado, a los pocos minutos y ante la evidencia de las marcas de ligaduras y quemaduras de cigarrillos en brazos y piernas, se averiguó que había sido liberado con la condición de desmentir lo sucedido y así pudiera quedar en libertad el detenido.
Al parecer desde hacía meses mantenían entre el secuestrado y sus captores una relación de “socios” y ante la imposibilidad de pagar la cantidad reclamada de 25.000 euros, conforme pasaba el tiempo, la presión sobre él y su familia se recrudecía, llegando al parecer a intentar quitarles el piso cambiándoles la cerradura de la puerta del domicilio e incluso, supuestamente, darles un ultimátum para que lo abandonasen. El secuestro se produjo en el domicilio y ante sus familiares.
Los agentes han intervenido una grabación de video en la que se ve a la víctima, embozada y atada con bridas a una silla, suplicando a sus captores que la liberen.
Los detenidos, con numerosos antecedentes policiales, han pasado a disposición judicial.