Solidaridad
Muchas personas están en una situación de pobreza por la crisis económica del coronavirus que se refleja también en las colas interminables en la parroquia de Santa Anna de Barcelona, donde han decidido abrir un comedor social para evitarlas. Desde que se inició la pandemia, han ofrecido 17.000 comidas a personas que lo necesitaban. A partir de este miércoles, el claustro de la parroquia se convertirá en un comedor social e incluso darán servicio de ducha y lavandería a los más necesitados.
Organizaciones desbordadas
Durante el pico de la pandemia, han llegado a dar más de 250 comidas al día. Para atender a tal demanda, este jueves este templo del centro de Barcelona ha abierto un comedor social. Muchas organizaciones se han visto desbordadas durante los últimos meses, como es el ejemplo de Cáritas. Hablamos con Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas, quien cuenta que las mujeres con hijos son uno de los segmentos más afectados.
En Antena 3 Noticias ya contamos cómo la parroquia de Santa Anna de Barcelona no daba abasto ante las largas colas de personas que acudían a pedir comida. La demanda de ayuda alimentaria a los servicios sociales municipales y también a las entidades sociales se ha triplicado a consecuencia de la pandemia de coronavirus. La previsión es que esta vaya a más en los próximos meses por la crisis económica.
El parón económico se llevó por delante, por ejemplo, el negocio de Ana Belén. Tuvo que cerrar su tienda y pedir ayuda. La dueña de su piso la ha ayudado y también gracias a sus clientas ha podido reabrir su negocio.